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Crater Corona del Inca en La Rioja

A más de 5500 metros sobre el nivel del mar, el cráter Corona del Inca contiene un lago de aguas color azul zafiro de 2 kilómetros de largo por 1 de ancho. Una. expedición de máxima dificultad por la cordillera riojana, sorteando encrucijadas de piedras y ríos de arena volcánica.

Parque del Talampaya

El parque nacional Talampaya es una reserva natural y uno de los siete "Patrimonios de la Humanidad" declarados por la Unesco en Argentina. Se encuentra ubicado en el centro-oeste de la provincia de La Rioja.

Fiesta de La Chaya

Panoramica de Fiesta de La Chaya.

Sergio galleguillo

El cantante Riojano en el festival de La Chaya.

Iglesia Catedral

El edificio es obra del genovés Juan Bautista Arnaldi, uno de los principales arquitectos italianos que trabajó en Argentina, interviniendo en las catedrales de Paraná (1883-1886); Rosario (1887-1889) y Santa Fe (iniciada en 1896) además de las iglesias de Santo Domingo en Santa Fe y La Paz en Entre Ríos.

viernes, 2 de agosto de 2013

La Chaya


 
Durante todo el mes, cada rincón se viste de fiesta, para rendir homenaje a una de las ancestrales tradiciones de La Rioja.

 

Mientras en la capital el evento más convocante es la “Fiesta Nacional de la Chaya” con una grilla de artistas folkloricos nacionales, los riojanos y turistas que visitan la ciudad también pueden disfrutar del evento “Febrero Chayero” con actividades que van desde un festival con músicos locales hasta certámenes, corsos e intervenciones artísticas callejeras. En los barrios las familias organizan los típicos topamientos como otra manera de festejo en una época donde el aire se colma de harina y albahaca.

 


Una de las leyendas respecto a esta arraigada tradición cuenta que los primeros españoles llegados a estas tierras se encontraron con una fiesta singular de agua y danza que celebraban los diaguitas festejando la finalización de las cosechas, aunque en la Rioja de hoy este festejo está muy ligado al Carnaval de Febrero. Es entonces cuando se realiza la Fiesta Nacional de la Chaya, además de los típicos topamientos por los barrios, con agua, harina, albahaca, vino y vidalas para refrescar la amistad entre todos.

De indudable origen europeo esta fiesta que llego a América con las conquista se mezcló con antiguos ritos agrarios de los pueblos indígenas de este continente. La Chaya es desborde. Durante esta fiesta no rigen las leyes, las normas, las obligaciones y los controles que el hombre se ha autoimpuesto. Durante tres días el hombre podrá hacer todo lo que le esta normalmente prohibido y no deberá cumplir con las obligaciones rutinarias.

LA FIESTA

Un fin de semana antes del inicio de la Chaya, los chayeros ya han armado el pujllay o han desenterrado el del año pasado y lo tienen vestido de una manera andrajosa, sentado en una silla o sobre un burro. Las pacotas formadas por los chayeros, cada uno provistos de un tambor van recorriendo calles y sendas entonando vidalas carnavaleras. Al pasar por una vivienda se detienen y son convidados con aloja hecha de algarroba, que para esos días de febrero ya está madura “gracias al canto de los coyoyos”.

 


El bautismo de la Guagua es un rito festivo que se realiza entre carcajadas simulando un bautismo católico, el que se realiza el fin de semana previo al del festejo de la chaya. La guagua no es otra cosa que un muñeco con forma de criatura o de animal confeccionado con frutas secas. Un Chayero que hace de cura bautiza con vino a la guagua. Los padrinos de tal criatura se eligen en la oportunidad.

Luego de cumplido el rito festivo tiene lugar el baile donde se pueden observarlas más típicas danzas folkloricas de La Rioja, como el gato, la zamba y la cueca y en menor medida la chacarera. Actualmente se nota una fuerte influencia litoraleña presente a través de la polca, el chamamé y otros ritmos que aunque de larga data en la provincia hoy se oyen por influencia de los músicos del litoral, como las rancheras y los valses. Es infaltable en esta oportunidad la ejecución de “la chaya” vidala chayera que antaño se la llamaba“polquita del pusllay” o “vidalita del pusllay”. Esta pieza musical se extendió mucho gracias a que el músico riojano “chacho” Olivera la unió a una polka de su autoría llamada “El Carnaval en La Rioja”.

 


El topamiento, también llamado coronación, es una parte esencial de la celebración del carnaval. Este sucede durante los días del festejo y como si fuera punto culminante del compadrazgo celebrado el día del “bautismo de la guagua”. En esta oportunidad lo compadres se ofrecen un fruto amicho. Esto es una fruta gemela.

Los compadres coronados con una masa de harina cocida adornadas con flores, albahaca y quesillo avanzan acompañados por tres chayeros al son de los tambores cantando la “polquita del carnaval” o “vidalita del carnaval” o“carnaval del cura”(que podría ser deformación actual de lo que antaño era“carnaval locura”), y a los saltos y arrojándose harina producen el topamiento.

Bajo de unos arcos adornados de flores y serpentinas los compadres se intercambian las coronas entre el griterío de los chayeros. También se encienden cohetes y arrecia el sonar de los parches.

El juego y la danza: producido el topamiento, todos los chayeros se entregan al juego del carnaval o mejor dicho a “chayar”. Esta voz quichua significa rociar con agua o asperjar, mojar.

A baldazo limpio con pomos de agua, antaño con huevos vaciados y rellenados con agua y actualmente con las “bombitas” de látex, los participantes ríen, festejan, se mojan y se dejan mojar. Otros beben bebidas alcohólicas ya sea vino, cerveza o la tradicional aloja de algarroba ya madura para esos días. Otros con puñados de harinas en las manos entran en medio de los que están bailando y se los arrojan a los del sexo opuesto. Esto genera ánimo de venganza (obviamente ficticia), y no faltara oportunidad para que la chinita se desquite cuando encuentre distraído al chango que la había mojado o llenado de harina. Y esta persecución se transforma en un juego amoroso que terminara con una invitación al baile. Como dijimos antes, estas prácticas están en constante cambio o en extinción, y el juego sencillo con agua y harina tiende a violentarse e incluso los changos se pintan las manos con pintura o pomada de zapatos para tocar a las niñas en la cara y ensuciarlas.

EL ENTIERRO DEL PUJLLAY

El fin de semana siguiente al miércoles de cenizas tiene lugar el entierro del pujllay. En algunos lugares de La Rioja se estila quemarlo, cuando previamente se le ha colocado en su interior una gran cantidad de cohetes. Hay lugares en los que los changos toman al pujllay a los puntapiés y lo despedazan terminando así el festejo. Pero lo más tradicional fue siempre enterrarlo. En la actualidad se lo quema entre la algazara de los chayeros.

Al enterrarlo le cantan “ya se ha muerto el carnaval / ya lo llevan a enterrar / “echelen” poquita tierra / que se vuelva a levantar”.

FIESTA NACIONAL

 


En su edición 2.013 la Fiesta Nacional de la Chaya tuvo lugar en el Autódromo Ciudad de la Rioja los días 8, 9 10, 11 y 12 de Febrero. La grilla de artistas nacionales para el día 8 fue de Abel Pintos, Facundo Toro, Nacho Prado y Daniel Campos, Peteco Carabajal y Los Changos. En la velada del día 9 actuaron Jorge Rojas, Dúo Coplanacu, Por siempre Tucu y Orellana Luca. Si bien La noche del domingo se vio un tanto opacada por la suspensión del evento por las lluvias, la jornada del día siguiente fue más que convocante ya que los artistas de la noche anterior se sumaron a sumaron a la del día 11 donde desfilaron por el escenario Sergio Galleguillo y sus amigos, Los Manseros Santiagueños, Los Huayra, Los Diableros de Oran, el Chaqueño Palavacino, Amboe y Néstor Garnica. Quedando para el día 12 el turno de las Bandas Trulala y Nene Malo.

 

miércoles, 31 de julio de 2013

El Tinkunaco

 

 Fiestas y Encuentros

Fiesta del Tinkunaco, La Rioja.

Una ceremonia rememorando la paz entre los Diaguitas y los españoles que ya lleva más de 300 años realizándose.

El Tinkunaco, voz quechua, que significa encuentro, fusión o mezcla, es la fiesta que se celebra en la ciudad de La Rioja entre el 31 de diciembre y el 3 de enero.

En esta fiesta, los riojanos reviven los acontecimientos sucedidos en la Pascua de 1593: cuando los diaguitas, agobiados por insufribles tratamientos impartidos por los españoles, no soportaron más su trato y resolvieron atacar la ciudad.

Las armas apostadas en el fuerte de Las Padercitas fueron insuficientes para resistir el ataque de más de 9000 pobladores originarios conducidos por 45 caciques de otros tantos poblados.

Según cuenta la historia, ante esta situación los españoles recurrieron a los oficios de San Francisco Solano, quién logró restablecer la paz yendo al encuentro de los aborígenes mientras tocaba su violín y, llevaba una imagen del niño Jesús. A partir de entonces, la imagen fue conocida como la imagen del Niño Alcalde.

Los padres Jesuitas tuvieron la ocurrencia de realizar una ceremonia religiosa que recordara estos hechos cada 31 de diciembre, a las 12 horas, día en que era costumbre cambiar las autoridades españolas del lugar.

El día 31, una procesión sale desde el templo de San Francisco de Asís integrada por los AILLIS (cofradía en que se organizaron los diaguitas), devotos del Niño Alcalde (Jesús Niño), que portan su imagen en la procesión.

Los AILLIS (voz quechua que significa triunfo, victoria) llevan una especie de escapulario que les cubre el pecho y parte de la espalda, adornado con dijes y espejitos y en la frente, una vincha de la que penden hacia atrás cintas coloradas.

Los preside el Inca (cargo renovado hereditariamente) que canta al compás de su caja y del arco un antiguo himno. Estos elementos responden a los que usaba el Inca del Perú.

Desde la Iglesia Catedral parten los ALFÉRECES (cofradía en la que se organizaron los españoles). Sobre su traje de día, visten una banda sobre el pecho y la espalda del hombro izquierdo al derecho, y portan una bandera tomada en forma de globos como bandera arriada en tiempos de paz. Están presididos por el Alférez Mayor (cargo electivo que se renueva todos los años) quién es acompañado por 12 Apóstoles y 12 Aspirantes con sus correspondientes estandartes.

 A las 12 en punto se produce el "Tinkunaco" o “Encuentro” de ambas procesiones frente a la Casa de Gobierno. La imagen de San Nicolás, con todo el pueblo reunido, se arrodilla tres veces frente al Niño Alcalde, reconociendo en él, al Señor, mientras los AILLIS entonan sus cantos tradicionales.

Luego, el Niño Alcalde es llevado a la Catedral, donde permanece tres días.

El día 3 de enero, frente a la Casa de Gobierno, San Nicolás despide al Niño Alcalde, cuya imagen es devuelta al convento de San Francisco mientras que la de San Nicolás retorna a la Iglesia Catedral, dedicada a San Nicolás de Bari, patrono de la diócesis.

Un motivo más de atracción son las carreras a caballo que, como un homenaje a San Nicolás, llevan a cabo los "Alféreces" en una de las avenidas de la ciudad.

Este encuentro es un buen momento para disfrutar las bebidas clásicas: Añapa y Aloja.

 


martes, 30 de julio de 2013

Leyenda de La Chaya

Leyenda de La Chaya


La tradición popular rescató a estos personajes y en sus vcablos se demuestra el sentido de esta fiesta: Ch'aya (en quichua: "Agua de Rocío") es símbolo de la perenne espera de la nube y de la búsqueda ancestral del agua. (Algo que no abunda en La Rioja y es vital); y "Pujllay", que significa: "jugar alegrarse", quién para estos carnavales vive tres días, hasta que es enterrado hasta el próximo año
 

Fiestas y Encuentros











 
 Fiesta del Tinkunaco o Encuentro, La Rioja, La Rioja

Una ceremonia rememorando la paz entre los Diaguitas y los españoles que ya lleva más de 300 años realizándose.

El Tinkunaco, voz quechua, que significa encuentro, fusión o mezcla, es la fiesta que se celebra en la ciudad de La Rioja entre el 31 de diciembre y el 3 de enero.

En esta fiesta, los riojanos reviven los acontecimientos sucedidos en la Pascua de 1593: cuando los diaguitas, agobiados por insufribles tratamientos impartidos por los españoles, no soportaron más su trato y resolvieron atacar la ciudad.

Las armas apostadas en el fuerte de Las Padercitas fueron insuficientes para resistir el ataque de más de 9000 pobladores originarios conducidos por 45 caciques de otros tantos poblados.

Según cuenta la historia, ante esta situación los españoles recurrieron a los oficios de San Francisco Solano, quién logró restablecer la paz yendo al encuentro de los aborígenes mientras tocaba su violín y, llevaba una imagen del niño Jesús. A partir de entonces, la imagen fue conocida como la imagen del Niño Alcalde.
Los padres Jesuitas tuvieron la ocurrencia de realizar una ceremonia religiosa que recordara estos hechos cada 31 de diciembre, a las 12 horas, día en que era costumbre cambiar las autoridades españolas del lugar.

El día 31, una procesión sale desde el templo de San Francisco de Asís integrada por los AILLIS (cofradía en que se organizaron los diaguitas), devotos del Niño Alcalde (Jesús Niño), que portan su imagen en la procesión.
Los AILLIS (voz quechua que significa triunfo, victoria) llevan una especie de escapulario que les cubre el pecho y parte de la espalda, adornado con dijes y espejitos y en la frente, una vincha de la que penden hacia atrás cintas coloradas.
Los preside el Inca (cargo renovado hereditariamente) que canta al compás de su caja y del arco un antiguo himno. Estos elementos responden a los que usaba el Inca del Perú.

Desde la Iglesia Catedral parten los ALFÉRECES (cofradía en la que se organizaron los españoles). Sobre su traje de día, visten una banda sobre el pecho y la espalda del hombro izquierdo al derecho, y portan una bandera tomada en forma de globos como bandera arriada en tiempos de paz. Están presididos por el Alférez Mayor (cargo electivo que se renueva todos los años) quién es acompañado por 12 Apóstoles y 12 Aspirantes con sus correspondientes estandartes.



A las 12 en punto se produce el "Tinkunaco" o “Encuentro” de ambas procesiones frente a la Casa de Gobierno. La imagen de San Nicolás, con todo el pueblo reunido, se arrodilla tres veces frente al Niño Alcalde, reconociendo en él, al Señor, mientras los AILLIS entonan sus cantos tradicionales.
Luego, el Niño Alcalde es llevado a la Catedral, donde permanece tres días.


El día 3 de enero, frente a la Casa de Gobierno, San Nicolás despide al Niño Alcalde, cuya imagen es devuelta al convento de San Francisco mientras que la de San Nicolás retorna a la Iglesia Catedral, dedicada a San Nicolás de Bari, patrono de la diócesis.
Un motivo más de atracción son las carreras a caballo que, como un homenaje a San Nicolás, llevan a cabo los "Alféreces" en una de las avenidas de la ciudad.
Este encuentro es un buen momento para disfrutar las bebidas clásicas: Añapa y Aloja.

Árbol leguminoso de América Latina, de madera resinosa y semilla comestible con la que se hace también una bebida embriagadora.




El Tinkunaco
Festividad histórica que deviene en hecho religioso y político, El Tinkunaco encuentra su razón de ser en el enfrentamiento ocurrido en 1593 entre los nativos y el renovado poder español que los oprimía. Según expresa la tradición, habrían sido los jesuitas quienes se propusieron rescatar en una ceremonia aquel acontecimiento de singular importancia para la provincia de La Rioja, dando origen al festivo Tinkunaco que, a partir de entonces, se repetiría cada 31 de diciembre (fecha en que los españoles renovaban autoridades) con alegría, colorido y las siguientes formalidades:
Una procesión sale de la Catedral con la imagen de San Nicolás, en representación de los Españoles; y otra sale de San Francisco llevando la imagen del Niño Dios Alcalde, en representación de los Diaguitas. Dos procesiones, saliendo de lugares distintos, pero  dirigiéndose hacia un mismo lugar: la Casa de Gobierno. Allí se van a encontrar.

Cuando las dos procesiones se encuentran, todos, incluido el Santo, se arrodillan ante el Niño Jesús Alcalde. Se igualan, toman una misma actitud, para que haya fusión y puedan engendrar un hijo. Todos están contentos y aplauden. Todos se confunden en un abrazo. Diaguitas y Españoles han procreado, les ha nacido un hijo: el Pueblo Riojano.
Entonces, el Intendente entrega al Niño la llave de la ciudad en reconocimiento de su autoridad superior, para que luego, el 3 de enero, en la ceremonia que despide a las imágenes dando por concluida las fiestas, el Niño devuelva el gesto al Intendente entregándole una Biblia con el acompañamiento del rezo del pueblo "Según esta ley queremos ser gobernados



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